Cualquiera que me lleve siguiendo en la red social del pajarito desde hace un tiempo sabrá que soy un firme defensor de Xavi Pascual, incluso a las peores, posiblemente muchas veces he hecho una defensa exagerada. Me gusta su baloncesto (hay mucho mito al respecto), me gusta su manera de llevar un vestuario, me gusta su personalidad de cara al exterior. Hasta aquí. No hay por dónde coger la gestión del de Gavá. Creo que ni él mismo sabe lo que quiere, y es evidente que ha perdido credibilidad entre el vestuario y los seguidores. Hace meses que el Barcelona no parece un equipo. Siempre ha tenido deficiencias que se sabían desde el principio pero se compensaban con nuevas virtudes añadidas.
Comenzó la temporada con las ideas ciertamente claras. El final de la campaña anterior justificaba darle las llaves del equipo a Marcelinho Huertas, pareciendo dejar atrás el Navarrosistema, y al principio lo cierto es que funcionó. El equipo parecía crecer, un quinteto muy definido, los fichajes sumando cada vez más...Entonces llegaron las lesiones. Abrines, Oleson y Navarro out, con una dependencia de un entonces muy buen Marcelinho liderando el equipo hasta el agotamiento. Y cuando se empezaban a incorporar los lesionados se cayó Huertas. Creo que son los dos puntos que marcan la trayectoria de este Barça 2014-2015. En su lugar se produce el crecimiento de Satoransky, que suma en las dos canastas pero no es el generador de juego que es el brasileño, que además activa a los tiradores y ,sobre todo, a Tomic.
Las lesiones, ese mal endémico que azota al Barcelona sin piedad desde hace años, podía haber supuesto una oportunidad, la de Mario Hezonja. El croata explotó durante el tiempo de las ausencias y todos vimos que era la oportunidad para asentarlo en la rotación de cara a lo que quedaba de temporada. Pues no. Por demérito de Pascual y también del propio Mario nos hemos quedado sin saber lo que podía haber sido. Caído Marcelinho y rota la química colectiva de comienzo de temporada Xavi Pascual encontró cobijo donde lo busca siempre que se ve apurado: Navarro.
Y Navarro no está, y me temo que ni se le espera. Pascual pone en manos del capitán un proyecto que ya no puede asumir. Huertas ha bajado su nivel y a Hezonja no se le tiene en cuenta, así que el jugador que asume la responsabilidad es Navarro, lo cual no creo que sea reprochable porque no hay quien pueda hacerlo, y más en una plantilla que no va sobrada de personalidad. Los 4 equipos que jugarán la F4 tienen uno o más jugadores capaces de desequilibrar, jugadores capaces de asumir el balón en situaciones delicadas y generarse sus propios tiros. El Real Madrid tiene a Sergio Rodríguez, a Llull o Rudy. Fenerbahce tiene a Goudelock, Preldzic o incluso Bjelica. CSKA a Teodosic, Weems o De Colo. Olympiacos a Spanoulis. ¿A quién tiene el Barça? Pasapalabra. Así que es una asignatura pendiente para la próxima temporada, deje en el lugar que deje a Navarro.
Xavi Pascual tenía la responsabilidad de crear un equipo distinto a los anteriores, menos dependiente de Navarro y capaz de competir mejor. Hemos asistido este año a la caída del equipo y Pascual una vez más en lugar de dar un paso adelante lo ha dado hacia atrás y se ha refugiado en lo que cree. Le ha salido mal y creo que tiene que asumir las consecuencias. Las decisiones han de tomarse ya, aunque dada la coyuntura del club con elecciones de por medio pido una utopía. Lo que hemos visto es lo que hay. ¿Vamos a esperar otra vez a que el Real Madrid se coja una depresión si no gana la F4 y le regale al Barça la Liga como el año pasado?
¿Está preparado Xavi Pascual para tomar las riendas de un nuevo proyecto? Yo lo dudo, porque ha tenido la oportunidad y no la ha aprovechado. Cada vez tengo más claro que se necesita aire en la sección, ilusión, alguien con quien empezar de cero.
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